- 4 filetes
- 200 gr de chiles chipotles en adobo
- 2 Dientes de ajo grandes
- 1 barra de mantequilla
- Un tetra de puré de tomate
- Cebolla
martes, 27 de octubre de 2009
Filete a la Diabla
lunes, 19 de octubre de 2009
Algunas referencias ajenas
One Art
The art of losing isn't hard to master;
so many things seem filled with the intent
to be lost that their loss is no disaster.
Lose something every day. Accept the fluster
of lost door keys, the hour badly spent.
The art of losing isn't hard to master.
Then practice losing farther, losing faster:
places, and names, and where it was you meant
to travel. None of these will bring disaster.
I lost my mother's watch. And look! my last, or
next-to-last, of three loved houses went.
The art of losing isn't hard to master.
I lost two cities, lovely ones. And, vaster,
some realms I owned, two rivers, a continent.
I miss them, but it wasn't a disaster.
---Even losing you (the joking voice, a gesture
I love) I shan't have lied. It's evident
the art of losing's not too hard to master
though it may look like (Write it!) like disaster.
-- Elizabeth Bishop (1911-1979)
The art of losing isn't hard to master;
so many things seem filled with the intent
to be lost that their loss is no disaster.
Lose something every day. Accept the fluster
of lost door keys, the hour badly spent.
The art of losing isn't hard to master.
Then practice losing farther, losing faster:
places, and names, and where it was you meant
to travel. None of these will bring disaster.
I lost my mother's watch. And look! my last, or
next-to-last, of three loved houses went.
The art of losing isn't hard to master.
I lost two cities, lovely ones. And, vaster,
some realms I owned, two rivers, a continent.
I miss them, but it wasn't a disaster.
---Even losing you (the joking voice, a gesture
I love) I shan't have lied. It's evident
the art of losing's not too hard to master
though it may look like (Write it!) like disaster.
-- Elizabeth Bishop (1911-1979)
lunes, 5 de octubre de 2009
Masa para Pizza
Han sido semanas difíciles las últimas, que si las enumeráramos sería una serie de eventos infortunados, problemas críticos en la oficina, amigos enfermos, carteras robadas, llantas ponchadas, horarios mal acomodados, encuentros inesperados, manchas en las camisas, accidentes carreteros, chismes no pedidos y comentarios no deseados. Cada uno de esos eventos se han sumado como gotas en un vaso que ya de por sí estaba lleno y que finalmente el viernes desbordó dejando una inundación de pensamientos tristes y desesperados.
Hoy no puedo decir que hayan desaparecido, la última gota esa que derramó el vaso se siente como ácido en la piel y llena todos mis pensamientos… mucho más de lo que creía que podría ser y más de lo que me puedo confesar.
Sin embargo siguiendo el consejo de alguien a quien he amado el domingo me he empeñado a buscar algo bueno de toda esta serie de eventos y aunque no podría encontrar algo agradable a cada uno de ellos debo decir que durante todos siempre existió una constante: mis amigos.
Hoy que ha muerto Mercedes quien daba gracias a la vida, debo reconocer su sabiduría. Gracias amigos por estar allí, por apoyarme cuando mis horarios trastocados no me permitían ayudar, por acompañarme cuando sentía miedo y me sentía vulnerable, por ayudarme cuando no entiendo los términos técnicos que parecen salidos del “Big Bang Theory”, por preguntar de los problemas críticos de mis clientes, por mandarme mensajes de texto cuando apago el teléfono, por hacerme cantar en medio de las oficinas de un cliente e incluso virtualmente, por dejarme escoger sus compras. Por escucharme llorar en inglés cuando no puedo expresar lo que siento en español.
Por cada momento que han estado allí en persona, al teléfono, por correo, por mensajes y por conferencias… simplemente GRACIAS.
Prometo que cuando termine este período de desastre me dedicaré a pagar las vacunas que no he pagado. Al menos con una pizza hecha en casa.
En un envase pequeño se ponen el agua tibia y el azúcar, se revuelve con la levadura y se cubre dejando reposar por media hora. Se pasa a un envase mayor, se agrega el aceite, la sal y poco a poco se agrega la harina. Se amasa hasta que no se pegue. Se deja reposar una hora cubierta en un lugar tibio. Se amasa de nuevo hasta hacer una bola y se deja reposar 15 mins más.
Se amasa para darle forma al molde, se pincha con un tenedor y se cuece a 350 grados centígrados por 35 minutos o 40 minutos con un papel encerado encima y frijoles para no dejar que levante.
Se comparte con los amigos. Si… contigo…
- ½ taza de agua tibia
- 1 cucharadita de azúcar
- 15 gramos de levadura en pasta ó 1 cucharada de granlado
- 3 cucharadas de aceite
- 1 cucharada de sal
- 2 tazas de harina
viernes, 2 de octubre de 2009
Dedos de Novia
Hoy quiero sentir entre mis dedos algo diferente que el roce entre ellos al escribir un correo más, los papeles cortantes recién salidos de una impresora, la presión de cargar un portafolio lleno de cables; quisiera dejar de sentir entre mis dedos mi frente estresada por noches sin dormir tratando de resolver problemas de trabajo. Olvidar como se sienten mis dedos tensos ante la injusticia evidente del día a día o de la impotencia ante las causas perdidas. No quiero sentir más el vacío de la mano ofrecida y no correspondida.
Hoy quiero sentir de nuevo la hierba entre mis dedos mientras observo las nubes pasar, quiero sentir esa lluvia que no importa que te empape y el viento de una caminata sin rumbo. Quiero sentir entre ellos como escapa la risa que no logran contener ante pequeñas cosas de la vida.
Hoy quisiera sentir tus dedos entre los míos y creer que puedo confiar en ellos.
Para hacer dedos de novia se requiere:
-Agua de rosas
-Miel
- 1 litro de agua
- El jugo de un limón y cascara de limón
- 1 kilo de azúcar
- 1 kilo de pasta hojaldrada
- Nueces picadas
- 750 gr. de mantequilla
Se prepara un almíbar mezclando el azúcar en el agua, se le pone el limón, la cascara y se disuelve miel. Se pone a hervir para que espese. Se agrega el agua de rosas y se deja enfriar.
Los dedos se hacen con la pasta extendida, se barnizan con mantequilla fundida y se agrega bastante nuez picada. Se hace un rollo y se corta. Se barnizan de nuevo por fuera y se hornean a 120 grados centígrados hasta que doren (aprox. Hora y media). Se dejan entibiar, se le pone almíbar y se escurre el sobrante.
Hoy quiero sentir de nuevo la hierba entre mis dedos mientras observo las nubes pasar, quiero sentir esa lluvia que no importa que te empape y el viento de una caminata sin rumbo. Quiero sentir entre ellos como escapa la risa que no logran contener ante pequeñas cosas de la vida.
Hoy quisiera sentir tus dedos entre los míos y creer que puedo confiar en ellos.
Para hacer dedos de novia se requiere:
-Agua de rosas
-Miel
- 1 litro de agua
- El jugo de un limón y cascara de limón
- 1 kilo de azúcar
- 1 kilo de pasta hojaldrada
- Nueces picadas
- 750 gr. de mantequilla
Se prepara un almíbar mezclando el azúcar en el agua, se le pone el limón, la cascara y se disuelve miel. Se pone a hervir para que espese. Se agrega el agua de rosas y se deja enfriar.
Los dedos se hacen con la pasta extendida, se barnizan con mantequilla fundida y se agrega bastante nuez picada. Se hace un rollo y se corta. Se barnizan de nuevo por fuera y se hornean a 120 grados centígrados hasta que doren (aprox. Hora y media). Se dejan entibiar, se le pone almíbar y se escurre el sobrante.
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