El primer sorbo me hizo confirmar que mi bar tender tiene algo de cantinero, brujo, sacerdote o médico un latte achocolatado y dulce me llevó directo a la sala de casa de mis tíos, a aquellas épocas en las que mis pies no alcanzaban el piso sentada en un gran sofá de la sala junto al aún más grande árbol de navidad que yo recuerde haber tocado. En un instante los reportes a los clientes, los conferences y las reuniones de trabajo desaparecieron dejando aflorar aquellos días de emoción, de cuentas regresivas, de cartas al gordito que nos traía los juguetes que queríamos y no la ropa que nuestras madres insistían que pidiéramos… días sin prisa como diría la canción de Luz… aquellos días en donde la navidad implicaba una reunión de más de 50 personas en una casa, mesas repletas de comida y postres, pilas de regalos manoseados y agitados ante el menor descuido de los primos mayores, risas, música y ruido fundidos en un canto ceremonial de mi niñez, primos por dondequiera, chocolates en el bolsillo traídos en secreto por tu tía a su sobrina favorita – aunque hay que mencionar que en los bolsillos de cada uno mis primos se derretía uno igual al mio-….el sonido de las ollas y Ninfa ahuyentando a quien quería tomar ventaja y degustar la cena antes de la hora estipulada.
Me pregunto cuando la navidad se transformó en lo que hoy es… el mes que se pagan deudas con el aguinaldo, donde hay que contar y recontar los días de vacaciones para ver como se parte uno con la chamacada de vacaciones, cuando la cuentas regresivas no tienen mucho que ver con fiestas y regalos… no lo sé… quizás se pierden durante la adolescencia después de la primera vez que te rompen el corazón… o quizás la primera vez que decides comprar a crédito o pensar más allá del momento en el que vives… no lo sé… pero extraño esos días…
Hoy debo agradecerle a Martin el brujo bartender transportarme a mi niñez durante un breve momento y recordarme que al final de mis días seguramente recordaré más el sabor al latte tipo español de la navidad que la estrategia para este año fiscal.
Latte tipo español
Es un latte achocolatado, simplísimo de hacer.
- Una carga de expreso
- Leche al vapor
- Una cucharada de cocoa líquida
- Dos gotas de vainilla
Se cubren las paredes de un vaso de latte con la cocoa líquida Se agrega la leche, la vainilla y el expreso con cuidado al final… Se recomienda muy caliente junto a un gran árbol de navidad.