martes, 10 de noviembre de 2009

Caldo Tlalpeño

Hoy que siento el sabor de la derrota en mis labios, hoy que me pregunto si vale la pena tratar de cambiar el mundo volteo al pasado y no encuentro decisiones correctas ni batallas victoriosas.


 
Recuerdo sueños que no fueron y me pregunto cuando terminaron o incluso si en algún momento tuvieron la oportunidad de dejar de ser sueños. No lo sé.

 
¿Qué fue lo que pasó?

 
Quizás crecimos con la idea equivocada de que podíamos cambiar al mundo… de que pensar en los demás era una virtud… y que el actuar bien pagaba… hoy no estoy segura… pero no hay camino atrás ni forma de modificar lo pasado… somos el resultado de un cúmulo de decisiones propias y ajenas, un poco de suerte y ¿porqué no? Quizás de un destino que no entendemos.

 
Me escondo debajo de un cobertor para olvidar el día y de repente me sobresalto… puede ser que me haya equivocado mucho… pero ¿Qué debo enseñar a quienes no se han equivocado aún? ¿Cuáles son los valores que provocan abundancia, felicidad o al menos paz? ¿Debemos de enseñar que te debes cuidar la espalda? ¿Qué todo lo que te pidan o prometan sea puesto por escrito? ¿Qué no importa lo que pienses trata de no meterte en líos? ¿Debemos enseñar a nuestros hijos a mentir, engañar o lastimar antes de que les mientan, engañen o lastimen?

 
¿Eso evitaría que fueran tropezando por la vida o al menos les evitaría cicatrices como las que uno luce en sus rodillas?

 
No lo sé… hoy dudo que lo que se me enseñó y aprendí tenga validez… hoy dudo de estar en el camino correcto…y no quiero oír sermones de la montaña que nunca me han dicho nada…

 
No quiero la promesa de un paraíso que no llegará… me resisto a creer en las palabras hace tiempo escuché y retumban su eco en mi ser… “la vida no es justa”… y mientras aún escucho esas palabras algo se mueve en mi interior y reclama justicia… pero justicia mientras respiro, mientras siento y mientras amo…

 
Hoy que siento la derrota en mis labios… hoy me daré un descanso… dejaré que el mundo gane esta batalla y mañana volveré a la lucha…

 
Mientras tanto sólo buscaré algo que tranquilice mi alma… quizás un caldo…

 
  • Una pechuga de pollo
  • Zanahorias
  • Calabazas
  • Cebolla
  • 1 cubo de consomé
  • Medio Chile Guajillo
  • Un diente de Ajo
  • Cilantro

 
Se pone a cocer la pechuga a fuego muy lento con la mitad de la cebolla y un poco de sal. Una vez que tengas un caldo denso se toma parte de ese caldo y se licua con la otra mitad de la cebolla, el ajo, el chile y el cilantro.

 
Se regresa la mezcla a la olla, se retira el pollo para deshebrarlo y mientras se ponen a cocer las verduras en cuadros en el caldo.

 
Se sirve muy caliente con el pollo deshebrado al gusto se puede agregar más chile, queso en cuadros y aguacate.