miércoles, 17 de febrero de 2010

Allí estás...

Allí estás… y no puedo evitarlo me acerco, te busco, mis ojos no pueden dejar de verte… esto es más fuerte que yo… no debo me repito dentro… pero es inevitable ya estoy junto a ti… te acaricio... eres frío, no te mueves… te rodeo, despacio, camino lentamente alrededor tuyo mientras con un dedo delineo tu silueta, pero mi ser pide más… te quiero y después te empecé a desear… y cada vez que te deseo te quiero más… sin que puedas evitarlo ya estoy sobre ti… acaricio tu piel, te tengo… pero no eres mío… soy más tuya yo de ti… me gobiernas sin moverte… deseo vehementemente que me des una señal de que serás mío… acaricio de nuevo tu piel.. con la punta de mis dedos trato de encenderte… escucho un susurro… mi corazón late tanto que no me deja escuchar nada más… intento hacer que te muevas aunque sé que eres mucho más fuerte que yo… finalmente logro que reacciones y conviertes el ronroneo en un estruendo, sonrío, aprieto mis manos y me dejo llevar… tiemblo por dentro y quiero que el tiempo se detenga… damos muchas vueltas pero el vértigo que siento no es provocado por ellas sino por la ansiedad desmesurada de saberme contigo… escucho una vez más tu estruendo antes de separarme y entregar las llaves del mustang a la renta de autos.