miércoles, 3 de febrero de 2010

Antes de la batalla

Compañeros, hoy volveremos al salir el sol al combate, con los pocos recursos que tenemos en nuestras manos pero sabiendo que tenemos en el combatiente de junto al mejor de nuestros amigos y si caemos no estaremos solos. Tendremos como escudo saber que si no somos mejores en fuerza y poder si somos los mejores en entregar el alma en la batalla. Recorreremos caminos peligrosos pero tendremos como brújula la certeza de que hacemos lo correcto. Nuestra perseverancia nos protegerá de la lluvia y el frío, y el hambre se saciará al final del día con la victoria.


Sabemos que no recibiremos reconocimientos, ni condecoraciones porque es nuestro deber salir a la batalla enfrentándonos a lo desconocido. Y eso no nos atemoriza: Ya lo hemos hecho y regresado ilesos.

Dejemos las estrategias en el papel de quienes no están aquí, nosotros conocemos el rostro de nuestros enemigos; olvidemos si nos darán más recursos o refuerzos, no los necesitamos tenemos nuestro coraje y empeño pero sobretodo nos tenemos a nosotros mismos.

Compañeros, que no nos detengan los juicios de quienes no han probado el sabor de la metralla, ellos no conocen el cansancio ni la desesperación, pero tampoco conocen el sabor de la victoria. Porque la victoria será nuestra y sólo nuestra.

Señores, compañeros, amigos hoy volveremos al salir el sol al combate. Tomemos nuestras laptops una vez más y DEMOSTREMOS QUIENES SOMOS.