jueves, 18 de marzo de 2010

Happy Aquarium

¿Has jugado en línea?


Debo confesarme adicta al “Happy Aquarium” donde ya estoy en el nivel 41 de 52 (si es que no inventan nuevos niveles). El juego consiste en comprar peces bebés, alimentarlos y entrenarlos; obteniendo monedas de varias creativas formas que te permitan seguir comprando peces. Todo esto te da experiencia y la experiencia acumulada te hace subir de nivel.

Sin embargo llega un momento que ya sea por sobrepoblación en tus peceras o por falta de dinero que debes liberar peces obteniendo a cambio dinero y experiencia.

Hoy liberé varios para seguir avanzando con la consecuente crítica de mi amigable competidor Julio que me pisa los talones con sólo dos niveles menos.

¡Los echaste al mar! :’-( Abandonados a su suerte. Perseguidos por tiburones, ballenas y otros peligros. Van a querer perseguir tesoros donde no existen…

¿Qué la vida no está echa de esto?

¿No nos liberan al mar para que tomemos nuestras propias decisiones estemos entrenados o no?

Todos los días al levantarnos deberíamos hacer que todas nuestras acciones estén encaminadas a buscar ese tesoro que no sabemos si existe o no. Porque nunca sabremos si existe hasta que lo encontremos. Debemos escoger entre dejar pasar el tiempo flotando en la corriente o decidirnos a nadar en busca de aguas mejores y nuestros tesoros. Y esas decisiones nadie las tomará por nosotros, ni nosotros podemos tomarlas por otros.

Hoy estoy flotando estoy pensando en esas decisiones, viendo hacia donde van las corrientes. Sé que no estaré mucho tiempo así y pronto espero saber por donde debo ir a buscar ese tesoro que aún no sé si existe.

¿Tú ya sabes que tesoro persigues?

martes, 16 de marzo de 2010

21 años sin tu presencia

El mundo pareció detenerse, pero no se detuvo,
creí que ya no podríamos reir de nuevo y me sorprendí riendo,
que no volvería a confiar y veme cuanto me he caído,
que nada sería igual, pero contigo y sin ti hubiera cambiado,
soñaba que te volvería a ver pronto, pero aún respiro
sentía que tu voz nunca huiría de mi cabeza, pero ya no la escucho
volteaba creyendo verte entre la gente, hace tiempo que no lo hago,
ha sido mucho tiempo sin tu presencia y todo ha cambiado
pero créeme, te sigo extrañando.

Oveja con piel de loba

Gentil, caballeroso, leal, amigable, sincero, honesto eso describía mi horóscopo chino hace unos meses; y debo ser sincera sentí que me gritaba mi estupidez. Soy como muchas personas que leen su horóscopo más que por creer en él para encontrar una palabra amable en el día que te brinde un poco de esperanza a causa de que perdimos la fé hace mucho tiempo; desgraciadamente al leerlos se expone uno a recibir cubetadas de agua helada exactamente cuando no las necesitas. Pero ese horóscopo se presentó en un momento especial y se me quedó grabado en la mente como un eco casi imperceptible… en efecto es estúpido ser así… o por lo menos no puede uno esperar que actuar bien se pague en algún momento si no con creces al menos con la misma moneda. Estudiar no te vuelve triunfador, la honestidad no te hace rico, ser amable se considera tonto, querer no significa ser amado eso si es que el amor realmente existe.


¿Pero qué hacer? ¿Cambiar? ¿La oveja se puede volver loba?… Lo siento casi imposible… La oveja no puede dejar de ser oveja aunque se ponga piel de loba… y no puede evitar caminar hacia el matadero con la única esperanza de que o acaben de una vez con ella o esta vez no le hagan daño y deseen conservarla a su lado.

lunes, 1 de marzo de 2010

Fallen Angel

miércoles, 24 de febrero de 2010

La última comida

Revisemos todo tengo sólo una hora para que todo esté perfecto… entrada de camarones lista, sopa minestrone… bajaré el fuego para que no se sobrecocine… lasagna vegetariana… en el horno… ¡¡¡¡el vino!!!!... ¿dónde dejé ese malvado sacacorchos?...

El cajón de la cocina fué vaciado en un minuto pero el cruel y despiadado sacacorchos decidía permanecer oculto de mi…

¿¿¿Dónde puede estar???...

De pronto la imagen del sacacorchos junto a la cava vino a mi mente…

¡Si! No te puedes ocultar de mi… ok… pongamos a respirar el vino… ¿¿¿y si prefiere blanco???... eso no lo contemplé… ¿¿¿qué hago??? ¿qué hago?… pondré a enfriar un vino blanco y de paso un rosado… ¡Total!...

Volví a ver la mesa puesta, los cubiertos, las servilletas, música lista…

¡¡¡El créme brulé!!! ¡Qué tonta!... Necesito dos hornos… es un hecho… respira hondo… respira hondo… mientras sirvo la entrada, saco la lasagna y meto los créme brulé… ya está… no pasa nada…

Veo mi aspecto de reojo al pasar por el espejo…

Uuuups… ¡mi cabello ya es un desastre!... creo que mejor me lo soltaré… bueno… no quedó tan mal suelto… quedan 15 minutos… me sentaré un poco…

El teléfono suena...

¿Hola?... ¿Ya llegas?... ¿entonces vienes tarde?... … …ahhh… ok… … … entiendo no te preocupes… … … … si de acuerdo… … … si… … … yo también… … …. Chao

No sé si a los perros les guste la lasagna o el créme brulé… no me esperé a escuchar algún comentario… pero sé que dejaré de cocinar durante un tiempo… no tiene caso…

Cocinar para alguien querido es un acto de amor cuyo objetivo es proporcionar unos minutos de placer y felicidad, cada cucharada encierra planeación, esfuerzo, dedicación y esperanza de complacer. En estos tiempos donde amar sin condiciones más que pasado de moda parece un mito urbano, donde nadie está dispuesto a comprometer dos horas de su vida y menos aún sacrificar nada por nadie, los recetarios escritos a mano con ilusiones van a dar a un baúl viejo. Cocinar para alguien querido sin duda no es algo práctico, como nada de lo que se hace por amor; porque amar no tiene ningún sentido práctico, ni tiene horarios, ni condiciones… al menos así lo siento yo. Creo que dejaré de cocinar por un tiempo… al menos hasta que alguien desee comer lo que cocine.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Allí estás...

Allí estás… y no puedo evitarlo me acerco, te busco, mis ojos no pueden dejar de verte… esto es más fuerte que yo… no debo me repito dentro… pero es inevitable ya estoy junto a ti… te acaricio... eres frío, no te mueves… te rodeo, despacio, camino lentamente alrededor tuyo mientras con un dedo delineo tu silueta, pero mi ser pide más… te quiero y después te empecé a desear… y cada vez que te deseo te quiero más… sin que puedas evitarlo ya estoy sobre ti… acaricio tu piel, te tengo… pero no eres mío… soy más tuya yo de ti… me gobiernas sin moverte… deseo vehementemente que me des una señal de que serás mío… acaricio de nuevo tu piel.. con la punta de mis dedos trato de encenderte… escucho un susurro… mi corazón late tanto que no me deja escuchar nada más… intento hacer que te muevas aunque sé que eres mucho más fuerte que yo… finalmente logro que reacciones y conviertes el ronroneo en un estruendo, sonrío, aprieto mis manos y me dejo llevar… tiemblo por dentro y quiero que el tiempo se detenga… damos muchas vueltas pero el vértigo que siento no es provocado por ellas sino por la ansiedad desmesurada de saberme contigo… escucho una vez más tu estruendo antes de separarme y entregar las llaves del mustang a la renta de autos.

lunes, 15 de febrero de 2010

Corona de chocolate

Érase una vez en un lugar muy cercano una princesa sin reino y sin corona que vivía como cada uno de nosotros, sin grandes penas, sin grandes glorias; érase una vez un caballero sin armadura ni cabalgadura que andaba el camino como cada uno de nosotros.


 
Érase una vez que el destino permitió que se encontraran en un mismo lugar y sin fosos, ni dragones, ni palacios, y aún sin palabras pudieron reconocerse en los ojos del otro… pero dejaron pasar el tiempo, muchas veces el destino tuvo que repetir su trabajo empeñándose en mostrarlos uno al otro pero sin hablar siguieron dejar pasar el tiempo… ¡Sábe cuantos años pasaron antes de confesar que se reconocían!.. Al fin un día volvieron a reconocerse pero esta vez no retiraron la mirada. Desde entonces la princesa sin reino y sin corona caminó junto al caballero sin armadura ni cabalgadura… ahora cada día el caballero rescata a la princesa con sólo mirarla y el caballero encuentra su armadura y cabalgadura en los ojos de ella…

 
Y es que en este cuento de hadas no hay finales felices porque simplemente no hay finales, no hay “vivieron felices por siempre” porque el siempre tampoco existe… pero dicen por ahí que aún al verse pueden reconocerse en los ojos del otro…

 
  • 300 grs de galletas abanico
  • Media barra de chocolate de repostería amargo o semi amargo
  • 3 huevos
  • 3 cucharadas de azúcar
  • 7 gotas de vainilla

 
Las galletas se colocan al fondo y lados de un molde simulando una corona sin dejar huecos. El chocolate se derrite a baño maría, una vez derretido se agrega tres yemas de huevo, el azúcar y la vainilla. Las claras se baten a punto de nieve y se incorporan lentamente. La mezcla se echa en el molde y se deja enfriar a temperatura ambiente. Media hora antes de servirse se mete al refri.